Entrevista a la conferenciante Carmen García
Carmen García Roger es conferenciante motivacional, especialista en digitalización, innovación y liderazgo. Además, es Coach transformacional y de liderazgo, y escritora de ensayo y novela.
La gran pasión de Carmen es la transformación digital, involucrando la innovación y el trabajo en equipo. Su propósito es mejorar la vida de otras personas aplicando sus habilidades, creatividad y conocimientos. Además, una de sus habilidades más importantes es la resiliencia y la superación de situaciones difíciles tanto a nivel personal como profesional.
Cabe destacar que Carmen tiene un background multidisciplinar, pues es licenciada en Matemáticas, Astronomía, Mecánica Celeste y Geodesia. Asimismo, ha estudiado un Máster ejecutivo en Gestión Pública, y entre sus experiencias profesionales, encontramos que ha ocupado puestos como el de Jefatura de Área de Análisis, Evaluación y Control del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, o el de Subdirectora General de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.
Además, ha desarrollado el Método ROGER, a partir del cual enseña alcanzar retos que a primera vista pueden parecer imposibles.
Desde nuestra agencia de conferenciantes, te animamos a ahondar en la experiencia profesional de Carmen García, sus habilidades y la temática de sus conferencias transformadoras. ¡No te pierdas esta entrevista!
Tabla de contenidos
1. Carmen, has tenido una trayectoria profesional increíble, pasando por la administración pública, la especialización en Ciencias Matemáticas, la tecnología de la información, la Universidad de Harvard y hasta la selección de astronautas con discapacidad. ¿Qué te motivó a seguir tantos caminos diferentes en tu carrera?
¿Quién soy? Soy Carmen, mujer, esposa, hija y hermana; soy creativa, me apasiona resolver problemas thinking out of the box y ser innovadora es mi esencia; soy empática y expresiva, y dejar como legado un mundo mejor que este en el que vivo es lo que me mueve. ¿Pretencioso?, ¿ilusorio?, tal vez, pero perseguirlo impulsada por mi vocación de servicio, recorrer ese camino, ya es un éxito en sí mismo.
¿Qué hago? Trabajo como directiva de tecnologías de la información en el sector público, en transformación digital e innovación. También me ocupo de impulsar las vocaciones STEM (Science, technology, engineering, and mathematics). Dedico tiempo a ser mentora para mujeres en el sector público y coach para acompañar a personas que quieren transformar su vida.
Soy capaz de ver el sufrimiento en otros y de acompañarlos en el proceso de descubrimiento de su potencial y capacidad para salir de ese infierno personal. Este es un talento natural que he descubierto de manera tardía y que me hace crecer y aprender, que me lleva a dudar, a preguntarme si me ayudan más ellos a mí que yo a ellos. Además, escribo ensayo y ficción. Con todo esto a mis espaldas, en 2021 me presenté al proceso de selección para un puesto de astronauta con discapacidad en la Agencia Espacial Europea.
Nos mueven los sueños, las cosas que solo existen en nuestra imaginación y que movilizan nuestro deseo y nuestra voluntad; nuestra inteligencia es emocional. Ser conscientes de ello nos permite acceder a una vida con sentido y disfrutar de la alegría y el gozo, sean cuales sean las condiciones de las que partamos. Cada cambio de puesto, los distintos estudios y aspiraciones han obedecido a la necesidad de aprendizaje e innovación; a salir una y otra vez de mi círculo de confort para retarme y crecer en un camino de aprendizaje continuo, no solo técnico o procedimental, sino humano introspectivo y de las relaciones con los demás. Parece una vida cambiante y es, sin embargo, el resultado de una vida meditativa dedicada a superación de la adversidad en un camino de descubrimiento constante lleno de vivencias y aventuras.
No temamos a nuestros sueños, a descubrir los que nos mueven (los «para qué» de nuestra vida), a evitar dejarnos llevar por el simple hacer, a eludir la tentación de vivir de un modo administrado, a alejarnos de todo aquello que nos impulsa a vivir de una manera insípida o insuficiente.
Persigamos nuestros sueños, no nos rindamos.
2. Lidiar con el dolor crónico debido a múltiples cirugías es una adversidad significativa. ¿Cómo has logrado superar esta dificultad y utilizarla como un motor para alcanzar tus metas profesionales y personales?
Un dolor se considera crónico cuando, pasado cierto tiempo, permanece en nuestro sistema neurológico, cuando pasados unos seis meses del elemento detonante permanece la señal en el cerebro, e incluso se puede hacer más aguda. El dolor crónico tiene un comportamiento muy distinto del normal. El dolor tiene un significado, es una señal de que algo va mal en nuestro cuerpo. El problema es cuando esa señal se altera, ya sea porque el circuito de alguna manera está viciado, bien por un trauma, por agotamiento, porque hay otras enfermedades… En mi caso fue porque el trauma derivado de más de 10 cirugías muy complejas de pie y tobillo y también cuello.
El dolor efectivamente mina, y el crónico puede ser una tortura constante. La forma de enfrentarlo es sabiendo en ese momento de dolor que los pensamientos no son reales, porque son pensamientos terribles: “esto va a ser así siempre, no puedo aguantarlo, no puedo hacer nada, ya nada me va a ayudar, por qué a mí…” Todos esos pensamientos, que son naturales y que yo comprendo por qué los he tenido, no son reales, y lo que hacen es que te impiden ocuparte de ti misma, cuidarte y hacer todo lo que pueda ayudarte a alejar el dolor. Esos pensamientos te meten en un círculo vicioso, en lugar de en un círculo virtuoso. Es posible gestionar los pensamientos para gobernar la mente y crecerse ante el dolor y esa es mi manera de llevar una vida plena y disfrutar de ella.
El dolor está totalmente relacionado el estado emocional y mental con la sensación de dolor físico, porque el sistema neurológico usa muchísimo nuestros pensamientos y emociones. El estado depresivo puede ser inducido por el dolor; y al revés: el estado depresivo puede inducir dolor. Y cuando entramos en esa dinámica, romper ese círculo es complicado. Yo comprendo y acompaño y siento total empatía por las personas que están ahí. Pero es posible salir con voluntad y pasitos pequeños. Saliendo hoy a dar ese paseo que te cuesta dar, llamando a mi amiga para hablar de algo totalmente distinto, yendo a rehabilitación, aunque sea un ratito, haciendo esos ejercicios que tienes que hacer, hoy un minuto y mañana dos. Son pasitos pequeños, pero que, sumados, son grandes.
El dolor, más que limitarme, me ha hecho adaptarme. En cada movimiento y gesto que hago, en cada iniciativa que tomo, tengo integrado que tengo dolor y que tengo una discapacidad, porque tengo limitadas ciertas funciones en mis pies y en mis tobillos, pero ello no me limita, sino que me hace más valiente porque busco caminos alternativos y retos para perseguir mis sueños así como crecer y disfrutar cada día.
3. Como coach transformacional, trabajas con personas para ayudarlas a alcanzar su máximo potencial. ¿Puedes compartir una historia inspiradora de alguien a quien hayas ayudado a transformar su vida?
Debido a la confidencialidad voy a cambiar el nombre y a “ficcionar” algunas circunstancias de la historia para anonimizar el caso. No obstante, el fondo es real.
Me encontraba sentada en mi acogedor despacho, lista para embarcarme en un emocionante viaje junto a mi coachee, Laura, una mujer valiente y determinada que había dedicado 16 años de su vida a una empresa que, de la noche a la mañana, había decidido prescindir de sus servicios. Laura, una abogada de profesión y madre de dos hijos, se sentía perdida en un mar de incertidumbre, sin saber qué rumbo tomar en su vida profesional.
Nuestra primera sesión fue un torbellino de emociones. Laura compartió conmigo su frustración, su miedo a lo desconocido y sus dudas sobre su valía. La escuché con atención, dejándola expresar libremente todas sus preocupaciones. Mi papel como coach transformacional era proporcionarle un espacio seguro para explorar sus pensamientos y sentimientos, sin juicio ni consejos apresurados.
A medida que avanzábamos en nuestro proceso, Laura comenzó a cuestionar su vocación como abogada. Había dedicado años a una carrera que no la llenaba, y esta crisis la llevó a replantearse sus verdaderos deseos y pasiones. Juntas, profundizamos en su búsqueda de propósito, explorando sus intereses y valores más profundos.
Pero no todo fue fácil. Laura se enfrentó a sus inseguridades con valentía. A menudo, la veía luchando contra la necesidad constante de validación externa. Le ayudé a reconocer que su valía no dependía de lo que los demás pensaran de ella, sino de su propia confianza en sus habilidades y capacidades.
A medida que avanzábamos en nuestro viaje, Laura comenzó a tomar las riendas de su vida. Descubrió su pasión por la moda y la asesoría de imagen, algo que siempre le había apasionado en silencio. Juntas, trazamos un plan para que Laura pudiera convertir su pasión en una carrera exitosa.
El proceso fue intenso, pero a medida que avanzábamos, vi a Laura transformarse ante mis ojos. Sus ojos reflejaban confianza, sus pasos eran más decididos y su sonrisa, antes rígida y chirriante, se volvía cada vez más radiante. Había superado sus miedos, gestionado sus emociones y se estaba abriendo camino hacia una nueva vida profesional como asesora de imagen y personal shopper.
Finalmente, llegó el día en que Laura inauguró su propio negocio. Sus amigos y familiares se maravillaron ante la increíble transformación que había experimentado. Pero lo más importante, Laura había aprendido a confiar en sí misma y en su capacidad para crear su propio camino, sin necesidad de la validación externa.
Ese proceso emocionante de autodescubrimiento y crecimiento personal no solo transformó la vida profesional de Laura, sino que también dejó una huella indeleble en la mía como coach transformacional. La historia de Laura es un recordatorio poderoso de la resiliencia y la fuerza que todos llevamos dentro cuando nos atrevemos a mirar profundamente en nuestro interior y a seguir nuestros verdaderos deseos y pasiones.
4. Carmen, en tus conferencias, abordas temas tan variados como la resiliencia, el liderazgo, la transformación personal y profesional, y la búsqueda de sueños. ¿Cuál de estos temas te apasiona más al compartir con tu audiencia?
Todos son apasionantes, pero si debo decantarme sería por la resiliencia. Para hablar de resiliencia pongamos como referente a Boris Cyrulnik, quien realmente lo ideó. Es psiquiatra, neurólogo, profesor de la Universidad de Tolón (Francia) y escritor.
A continuación, expongo los dos significados que la Real Academia Española da al término resiliencia, aunque ambas definiciones, a mi juicio, se quedan cortas:
1. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
2. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.
Pido disculpas a los miembros de la Real Academia de la Lengua por tomarme la libertad de poner en tela de juicio su criterio, pero ninguna de las dos acepciones me parece completa. Ambas se complementan, pero aun aunándolas no conseguimos una definición completa de lo que el ser humano es capaz si es resiliente. La resiliencia, desde mi experiencia y mi profunda escucha de Boris Cyrulnik, es la capacidad de adaptación de un ser vivo a un agente externo, cuyos efectos no podía o no ha sabido prever, para recuperar su estado inicial y/o desarrollar características y habilidades preexistentes y latentes en su potencial desde una visión de contexto no existente hasta el momento.
Espero, si alguna vez la lee, que esta definición satisfaga a Cyrulnik, que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial con seis años de edad, tuvo la gran desgracia de tener que enfrentarse al nazismo y perdió a parte de su familia en Auschwitz. El profesor Cyrulnik es sinónimo de superación. Ha dedicado gran parte de su vida a combatir el sufrimiento, lo que es admirable en quien lo ha padecido. Se define a sí mismo como especialista en la «teoría del apego»: cómo aprende un niño a amar y, por tanto, a relacionarse será la clave de sus patrones posteriores. Para él, la definición de la resiliencia es iniciar un nuevo desarrollo después de un trauma. Esta es la mejor definición que he leído nunca y, por supuesto, clara y sencilla. Ahora, ¿en qué condiciones puede darse? Cuando se combinan la «securización», la resistencia, las relaciones y la cultura en la comunicación. Las combinaciones de estos factores permiten a la persona desarrollar la resiliencia.
Además, las características de una persona resiliente no se definen como una lista cerrada, dependen de la manera en que se construye la personalidad. Si esta capacidad está en nuestra biología y la llevamos de serie, se desarrollará y, si nos ocurre una desgracia o sufrimos un trauma, sabremos cómo encararlo y gestionarlo. Ante esta conducta, podríamos hablar de resistencia. Si además, tras sufrir el trauma podemos crecernos e iniciar nuevos desarrollos de nuestra vida, entonces sí estaremos hablando de resiliencia. Es decir, depende un poco de la persona y mucho de su entorno antes del trauma y después del trauma. Para Cyrulnik: «Resiliencia es la capacidad de recuperarse y desarrollarse después de un trauma». Esta es la clave.
Fracasar solo es malo si no sabéis cómo levantaros y volver a pelear. A veces caeréis una vez y otra vez y otra vez, y es entonces cuando tenéis que ser humildes y aceptar que a veces las cosas no salen como queremos. Pero también os digo que las virtudes no llegan de inmediato, también hay que trabajarlas en el día a día. La resiliencia te permite no solo reconstruirte, sino crecerte ante la adversidad.
La vida es apasionante y difícil. Muchas de las realizaciones del mundo del arte o creativo como películas, canciones o libros están hechas para superar la tragedia. Para aquellos que han sufrido el trauma, los artistas son portavoces, de otros o de ellos mismos, y al resto de la población su arte les permite comprender. El arte, y en mi caso concreto la literatura, juega un papel muy importante en el proceso de resiliencia.
5. Siguiendo con el tema de las conferencias, ¿qué crees que es lo que diferencia tus conferencias de las demás?
Creo que lo que diferencia mis conferencias de las demás es la propuesta de valor que aporto a cualquier audiencia que quiera abrir su mente y disfrutar en combinación con mis experiencias y perspectivas diversas. He tenido el privilegio de recorrer un camino que me ha llevado desde la alta dirección en tecnologías de la información en el sector público hasta la escritura, el coaching y la búsqueda de ser astronauta con discapacidad. Esta amplia gama de experiencias me ha permitido conectarme de manera profunda con personas de diferentes ámbitos y ayudarles a encontrar su propia resiliencia, liderazgo y la motivación para perseguir sus sueños. Ello me permite ofrecer un método que no es más que conjunto de enseñanzas que, aplicadas con disciplina a nuestra vida, aprenderemos a utilizar para mejorar el manejo de nuestras emociones, pensamientos y conducta de forma autónoma. Con ello podremos cambiar nuestra vida en la dirección de nuestros objetivos y sueños, y disfrutar recorriendo el camino.
Además, creo que mi habilidad para establecer un vínculo emocional con la audiencia es fundamental. No se trata solo de transmitir información, sino de inspirar y tocar el corazón de las personas. Mis conferencias no son solo charlas, son experiencias emocionales que motivan a la acción. La empatía y la autenticidad son herramientas poderosas para conectar con la audiencia y llevarlos a un viaje de autodescubrimiento y crecimiento.
En resumen, lo que diferencia mis conferencias es la combinación de mi experiencia, pasión y habilidad para crear un impacto emocional duradero. Mi objetivo es que cada persona que asiste a mis conferencias salga con una chispa en su interior, listo para enfrentar desafíos, liderar con propósito y perseguir sus sueños con determinación.
6. ¿Qué estrategias o métodos utilizas para mantener a tu audiencia comprometida y motivada durante tus conferencias?
Es una pregunta muy importante y me alegra que la hagas. Para mantener a mi audiencia comprometida y motivada, empleo una serie de estrategias y técnicas que he desarrollado a lo largo de mi trayectoria multidisciplinar. En primer lugar, es fundamental establecer una conexión emocional desde el inicio. Empiezo mis conferencias con una historia personal o anécdota relevante que permita a la audiencia identificarse conmigo y con los temas que trataré. Esto crea un vínculo instantáneo y hace que la audiencia se sienta parte de la experiencia desde el principio.
En cuanto al contenido, busco siempre la relevancia. Me aseguro de que lo que comparto sea aplicable y valioso para la vida de quienes me escuchan. Utilizo ejemplos concretos y casos reales para ilustrar mis puntos, de manera que la audiencia pueda ver cómo pueden implementar lo que están aprendiendo en sus propias vidas.
La interacción es otra clave importante. Fomento la participación activa de la audiencia a través de preguntas, ejercicios prácticos o encuestas en vivo. Esto no solo mantiene su atención, sino que también les hace sentir que son parte activa de la experiencia.
En cuanto a la comunicación verbal y no verbal, soy consciente de la importancia de mi presencia en el escenario. Mantengo un lenguaje claro y accesible, evitando jerga técnica innecesaria. Utilizo el tono de voz, la entonación y el ritmo para mantener la energía y el interés a lo largo de la charla. Además, cuido mi lenguaje corporal, asegurándome de mantener una postura segura y gestos expresivos que refuercen mis palabras.
Finalmente, creo que la coherencia en mi marca personal desempeña un papel fundamental. La audiencia sabe qué esperar de mis conferencias, ya que mi mensaje y estilo son coherentes en todas mis plataformas de comunicación. Esto genera confianza y fidelidad por parte de la audiencia.
Una cosa importante: nunca falta el sentido del humor, crear fluidez en el ambiente y que el mensaje y la conferencia queden en la memoria de la audiencia como recuerdo positivo y así se retenga en la misma.
En resumen, para mantener a mi audiencia comprometida y motivada, combino una conexión emocional, contenido relevante, interacción activa, comunicación efectiva y coherencia en mi marca personal. Creo que esta combinación es la clave para brindar conferencias que inspiren y transformen a quienes tienen la amabilidad de escucharme.
7. Y para finalizar, ¿podrías contarnos cómo adaptas tus conferencias a diferentes audiencias y entornos? ¿Hay alguna conferencia que te haya desafiado especialmente en este sentido?
La adaptación de mis conferencias a diferentes audiencias y entornos es un aspecto crucial de mi trabajo. Como coach, estoy entrenada para sintonizar con las personas y recoger señales tanto verbales como no verbales. Esto me permite ajustar mi mensaje y mi enfoque de acuerdo a las necesidades y expectativas del público presente.
Una de las claves para adaptar mis conferencias es la empatía. De manera consciente comprendo la perspectiva y las experiencias de la audiencia. Esto me permite conectar de manera más profunda y abordar temas que resuenen con ellos. Además, utilizo técnicas de coaching del ICF (International Coach Federation) para fomentar la reflexión y la participación activa del público, lo que crea una experiencia personalizada para cada grupo.
En cuanto a entornos, he tenido la oportunidad de dar conferencias en una variedad de lugares, desde grandes auditorios hasta pequeñas salas de reuniones y tanto de manera presencial como on-line. La adaptación se refleja en aspectos logísticos, como la duración de la charla, el formato de las interacciones y el uso de tecnología audiovisual. Siempre me aseguro de conocer el espacio con anticipación para garantizar que la presentación fluya sin problemas.
En cuanto a desafíos, recuerdo una conferencia en particular que me desafió de manera especial. Fue ante un público muy diverso en cuanto a edad, cultura y experiencia profesional. Para abordar este desafío, me sumergí en la investigación y me esforcé por comprender las expectativas y preocupaciones de cada grupo. Durante la conferencia, utilicé historias y ejemplos que fueran universalmente comprensibles y aplicables, lo que ayudó a mantener a la audiencia comprometida y motivada.
En resumen, mi capacidad para adaptar mis conferencias a diferentes audiencias y entornos se basa en la empatía, la intuición, el feedback y otras técnicas de coaching. Cada conferencia es una oportunidad emocionante para aprender y crecer como comunicadora, y estoy comprometida en brindar una experiencia valiosa y personalizada a cada audiencia con la que tengo el privilegio de interactuar.
Agradecemos a Carmen García por concedernos esta interesante entrevista, y brindarnos experiencias y conocimientos tan valiosos para abrir la mente e implementar una transformación.
Esperamos que hayas disfrutado de la entrevista y que hayas aprendido nuevas herramientas para aplicar en tu vida personal o profesional. También puedes consultar otros perfiles de conferenciantes motivacionales en nuestra web.
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