Entrevista al conferenciante Salva Rock
En el apasionante mundo de la motivación y el crecimiento personal, hay personas que destacan por su habilidad para encender la chispa del cambio en aquellos que los escuchan. Uno de esos individuos excepcionales es Salva Rock, reconocido conferenciante inspiracional cuya poderosa presencia en el escenario ha dejado una huella imborrable en la vida de miles de personas.
En una reciente entrevista exclusiva, tuvimos el privilegio de adentrarnos en la mente y el corazón de este carismático líder, descubriendo los secretos detrás de su extraordinario viaje personal y las claves de su éxito en el mundo del desarrollo personal.
¡Sigue leyendo y disfruta de todo lo que Salva Rock tiene para contarte!
Tabla de contenidos
1. Buenos días Salva. Sabemos que ya llevas muchos años trabajando como conferenciante, pero, ¿cuál es tu principal mensaje o filosofía como conferenciante? ¿qué intentas transmitir a tu audiencia?
Yo vivo en la intersección de 3 mundos: el musical (como músico), el académico (como profesor y formador) y el empresarial (como hombre de empresa), y desde aquí tengo una vista panorámica privilegiada de lo mucho que podemos aprender de la música para los otros dos ámbitos. Así que mis conferencias tratan de inspirar a la audiencia para ser mejores profesionales, ser más creativos, pensar más en las emociones, tener mejores ideas, trabajar mejor en equipo, etc. Salgo al escenario con mi guitarra eléctrica, que solo uso en determinados momentos de la conferencia, puesto que no se trata de dar un concierto, y el resto del tiempo estoy compartiendo ideas y casos.
Debido a mi formato de alto impacto (por la guitarra eléctrica) los asistentes salen riendo, inspirados y muchas veces eufóricos. Han pasado un buen rato juntos y han aprendido cosas. Yo les reto con preguntas y activo su mecanismo creativo-cognitivo.
Por lo tanto, soy un conferenciante inspiracional, pero hay un efecto secundario muy interesante, y es que la gente también sale motivada. Por eso también se me considera un conferenciante motivacional. Lo que hago también se denomina “edutainment” (que significa education y entertainment).
2. Sabemos que eres reconocido por tu experiencia en la industria musical. ¿Cómo comenzaste tu carrera en el mundo del rock y qué te llevó a convertirte en un conferenciante?
Yo empecé en la música mientras estudiaba económicas y empresariales en la universidad, con 19 años, tocando la guitarra por inquietud creativa, porque quería hacer mis propias canciones. Con el tiempo empecé a cantar también y más tarde estudié batería. En estos más de treinta años he participado en diversos proyectos musicales de varios estilos y con músicos muy diferentes, y he grabado dos discos con mi música. Todo eso mientras hacía mi carrera en el mundo de la empresa y luego en el mundo académico.
En la música veo florecer lo mejor del espíritu humano: creatividad, colaboración, apertura mental, superación, innovación, emociones… De todo ello hablo en mis conferencias. Yo me dedico a elogiar a los buenos músicos y a las buenas prácticas y geniales ideas que hay en el mundo de la música y que podemos aplicar en muchos otros ámbitos de la vida. Eso lo bauticé como Music Thinking for Business People, es decir, ¿qué pueden aprender las organizaciones humanas de los buenos músicos? He publicado dos libros hablando de ello, uno de ellos es best seller.
Durante los últimos 15 años he impartido conferencias inspiracionales con mi guitarra eléctrica en 16 países de 3 continentes. La gente sale inspirada y motivada. Soy afortunado y lo vivo como un privilegio. Además, tocar es mi meditación, mi mindfulness, mi yoga, mi tantra…
3. Ahora que ya sabemos un poco de tu historia personal, ¿podrías explicarnos cómo surgió esta idea y qué te llevó a combinar estos dos ámbitos en tus conferencias?
Yo era profesor de marketing en ESADE y allí no hablaba de mi militancia en una banda de rock para evitar ser prejuzgado, pero alguien supo que yo era guitarrista y cantante de rock y me habló de un antiguo profesor, ya fallecido, que una vez impartió una sesión de Executive Education hablando de las virtudes de una banda de jazz y de lo que los equipos empresariales podrían aprender de ellos: improvisación, respeto, creatividad, etc., etc. Ese día mi vida cambió. Vi claramente que yo podía hablar de todos esos temas y de muchísimos más hablando de rock y de otras músicas modernas.
Temas como liderazgo, tecnología, trabajo en equipo, conversión de clientes en fans, diseño emocional, transformación digital, la fórmula del Éxito, adaptación al cambio, gestión con pocos recursos, innovación, creatividad, cocreación, y un largo etc. de temas son habituales en mis charlas, aunque también debo aclarar que no hablo de todos en cada charla, porque cada conferencia es única y diseñada a medida para cada evento. Así que tengo una gran cantera de temas y conceptos empresariales y, de mutuo acuerdo con el organizador, elegimos los temas más interesantes en cada caso.
En estos momentos estoy empezando a hablar también de cómo usar la IA como multiplicador profesional, en un momento en que muchas personas creen que van a ser sustituidas por ella, pero los músicos la usamos desde hace años y aquí seguimos. Para nosotros es un acelerador, un multiplicador. Y también puede serlo para muchos otros profesionales.
4. La gestión emocional es un factor clave en tus conferencias. ¿Cómo crees que pueden las empresas aprovechar las emociones de manera positiva y construir relaciones sólidas con sus colaboradores y clientes?
Según diferentes fuentes científicas, entre un 95 y un 98% del total de decisiones que tomamos cotidianamente, sean grandes o pequeñas, se toman desde el reino subconsciente, conducidas por las emociones. Aunque los adultos pretendamos ser muy racionales y lógicos, la realidad es que no lo somos. Las emociones van por delante tomando decisiones por nosotros: me gusta o no me gusta, me hace sentir bien o no, etc. Y, una vez tomada la decisión de turno, entonces construimos un argumento racional para justificarla, porque nuestro entorno espera de nosotros que seamos racionales. Así que se trata de reconocer eso y actuar en consecuencia.
Las emociones están en la base de todo lo que sucede a nuestro alrededor, aunque estén escondidas. Todos somos capaces de diseñar el ambiente mental que nos rodea, en el trabajo, con nuestros jefes, subordinados, compañeros… y en el mercado, con nuestros clientes, proveedores, colaboradores… El problema es que nadie nos ha enseñado a diseñar emociones y necesitamos un cierto entrenamiento. Algunas personas tienen esa habilidad innata, pero la mayoría no tienen ni idea y hacen lo que buenamente pueden…
5. Uno de tus conceptos estrella es la fórmula del ÉXITO, basada en el análisis de bandas de rock icónicas como Iron Maiden. ¿Cuáles son algunos de los elementos clave de esta fórmula y cómo se pueden aplicar en la gestión empresarial?
Hay muchas fórmulas para el éxito y hay muchas definiciones de “éxito”, pero cuando hablo de esta fórmula en concreto me refiero al éxito grupal, es decir, que un equipo de personas triunfe en una misión. Dos de las cuestiones más importantes ahí son la determinación y la colaboración.
La determinación es un factor individual, nos habla del compromiso personal de una persona por lograr algo. Es una decisión consciente y un pacto con uno mismo que hay que renovar cada día.
La colaboración es una de las cosas más importantes y a la vez más gratificantes. Involucra la generosidad y la responsabilidad. Toda colaboración alcanza su máximo potencial cuando todos los que colaboran son personas generosas. En la colaboración hay enseñanza y aprendizaje mutuos, todos ganamos y disfrutamos aprendiendo y construyendo juntos. Es lo contrario de la competición. Desgraciadamente, nuestra sociedad y muchas organizaciones aún siguen fomentando la competición y la individualidad, y se pierden los enormes beneficios de la colaboración.
6. Está claro que tu enfoque participativo y dinámico en las conferencias garantiza una experiencia única para la audiencia. ¿Cómo logras involucrar activamente a los asistentes y qué impacto esperas que tenga en su pensamiento empresarial?
Mis conferencias no son monólogos, es decir, yo no hablo para la audiencia. Yo hablo con la audiencia. Constantemente estoy interactuando con ellos. Les pregunto como están, les pido que levanten la mano cada dos por tres, les involucro en mi charla… En mi caso, además, como llevo una guitarra, puedo involucrarles mucho más en determinados momentos de la conferencia, sobre todo al principio, para romper el hielo, y al final para hacer un final apoteósico que nunca puedan olvidar.
Churchill dijo aquello de; «Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo». Y tengo comprobado que funciona. A veces me llama alguien que vio una charla mía hace 5 o 6 años y aún se acuerda de los mensajes. Eso significa que el método funciona.
7. Y por último, para aquellos que deseen seguir tus pasos y convertirse en conferenciantes, ¿qué consejo les darías para destacar en este campo y tener un impacto positivo en los demás?
Bueno, lo primero que pienso es que no estoy seguro de que ser conferenciante sea algo que se pueda planificar. En mi caso, y en el de muchos otros conferenciantes que conozco, convertirse en conferenciante ha sido algo inesperado, casi accidental, y creo que eso es bueno. Un día tienes una buena idea, escribes un artículo, luego otro, luego un libro… luego te entrevistan en la radio, luego en un periódico… Y un día recibes un email o una llamada de alguien desconocido que está buscando a alguien para “dar una charla” en un evento suyo y ha pensado en ti. Si los astros se alinean y esa charla es absolutamente genial, puede que ante ti se abra un futuro como conferenciante profesional.
Llegar hasta ese momento creo que es una cuestión casi de suerte, aunque ya sabemos todos que la suerte es algo que se puede trabajar. Para ser un buen conferenciante me remito a Aristóteles: hay que tener la capacidad de transformar a la audiencia, y para eso hay que tener un buen equilibrio entre los tres métodos de persuasión, que son:
- Ethos (el orador debe dominar la materia de la que habla, debe tener autoridad).
- Pathos (el orador debe saber activar las emociones de la audiencia, con buenas historias que acompañen a sus conceptos).
- Logos (el orador debe poder usar la lógica y la razón, soportando sus mensajes con cifras, hechos…).
Han pasado miles de años, y Aristóteles sigue teniendo razón. Un buen conferenciante debe ser excelente en esas tres cosas.
En conferenciantes.com estamos muy felices de haber podido entrevistar al reconocido conferenciante Salva Rock. Sin lugar a dudas, sus conferencias y experiencia son un ejemplo a seguir para muchos ponentes.
Salva Rock ha dejado una profunda huella en la vida de aquellos que han tenido el privilegio de escucharlo, recordándonos que cada uno de nosotros tiene el poder de marcar una diferencia en el mundo que nos rodea. Si tú también quieres contratar a este conferenciante, entonces no dudes en ponerte en contacto con nosotros cuanto antes.